La montura que le compré a mi primer caballo la utilicé durante mucho tiempo. La compré de buena fe, en una tienda que me la vendió de buena fe, sin tener ni idea de las lesiones que le podía ocasionar, trabajándolo con una montura inadecuada.
Empecé utilizándola con un potro de 3 años, que a los 12 años tuvo un problema de espalda (cuyo motivo nunca se supo muy bien), luego pasó a un musculado silla francés que tropezaba continuamente y que nunca supimos el motivo, y finalmente a un fino y elegante Pura Sangre Inglés con una cruz elevada que, en el momento de tener que buscarle otro propietario, lo tuve que regalar porque los gastos del fisioterapeuta superaban el valor del caballo.
Ninguno de los tres caballos indicaron nunca ningún problema con la montura y yo estaba la mar de a gusto con ella. Solo el último caballo, el Purasangre, movía mucho la cabeza arriba y abajo al galopar pero lo interpreté como un problema de moscas o algún vicio adquirido.
Hasta que entonces, viviendo en Sudáfrica, me topé con una “saddle fitter” (“¿Una qué?”) – saddle fitter – ajustadora de silla – , que me dijo: “¡No vuelvas a montar al caballo ni un día más con esa montura!”.
Y yo me pregunté: “¿Por qué”?
Ahora, unos años después de aquel día y después de haber estado estudiando sobre el ajuste de monturas, de haber hecho el curso sobre biomecánica del caballo, del manejo del EQUIscan y de haber estado bajo la tutela de un quiropráctico equino, me avergüenzo al pensar lo ignorante que fui durante varias décadas, y sobretodo siento muchísimo no haber podido evitar las posibles lesiones en 2 ó 3 de mis caballos. Pero ¿cómo lo iba a saber, si nadie me dijo nada?
Que los caballos rechacen el salto, se boten, se levanten de manos, tropiecen, vayan cojos, den coces, muerdan o monten el cirio al ponerles la silla encima, todo eso sólo son “efectos secundarios”, que posiblemente se puedan arreglar si no es demasiado tarde. Me hubiera gustado saber antes de caerme, dejarme morder, caerme de cabeza con el caballo, ir desbocados por la playa, etc. que esos comportamientos podían haber sido causados por mi montura mal ajustada.
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El hecho de que una montura mal ajustada pueda crear daños irreversibles – y eso puede pasar al casi 80% de todos los caballos en España (porcentaje de los caballos a los que no les sirve su montura) – es algo que me altera y entristece profundamente.
Al volver a España busqué una “saddle fitter” para poder encargar una silla a medida para mi futuro caballo. Y busqué y busqué… ni la Federación Hípica, ni los veterinarios, ni los profesionales de las hípicas me pudieron ayudar. Pasé mucho tiempo investigando, hasta que me topé con un sistema que podría ser la solución. ¡Estupendo! Pero… en España no existía… ¡arrggg!
Tras seguir investigando y con el deseo de, no sólo encontrar una montura para mí, sino de ayudar a otros que se encontraran en mi misma situación, hice la formación de saddle fitter, junto con la correspondiente formación del manejo del topógrafo EQUIscan® para medir los dorsos de los caballos, y lo adquirí.
El EQUIscan sirve para averiguar el ajuste de la silla actual, ya que el dispositivo reproduce la forma exacta el dorso de tu caballo y al apoyarlo dentro de tu montura, verás exactamente dónde apoya. Si la montura no ajusta, en muchas ocasiones podemos plantear soluciones con diversos dispositivos y métodos, como por ejemplo, rellenando la silla con lana nueva, aumentando la cantidad o reemplazándola toda.
Cambiando los bastes completamente o aumentando o disminuyendo el ángulo del puente de la montura con una máquina especial.
Pero también es cierto, que en otras ocasiones no queda remedio que cambiar la montura, y en esos casos, disponer de un sistema que nos permita hacer una montura a medida es fundamental.
Gracias al apoyo y la colaboración del veterinario quiropráctico equino Mario Soriano (www.quiroequus.com), del veterinario equino Matthias Lechthape-Gruter de MLG Servicios Veterinarios, y de varios guarnicioneros, hemos empezando a dar seminarios en Valencia pudiendo así, transmitir la importancia que tiene un buen ajuste de la montura a varios propietarios de caballos.
A lo largo del 2019, vamos a editar una serie de artículos en los que vamos a compartir la experiencia y los resultados que hemos acumulado a lo largo de estos años.