¿Es seguro montar a caballo cuando las temperaturas son muy bajas? ¿Cómo puede afectar la climatología a sus pulmones y al resto de su cuerpo? Según la Dra. Joyce Harman, de Harmany Equine Clinic en Virginia (Estados Unidos), «no hay una temperatura demasiado baja para poder montar si el caballo está adaptado al frío». Si bien es una teoría respaldada por otros profesionales de la Veterinaria, la mayoría de investigaciones científicas se centran en los efectos del calor y la humedad elevada en los animales.
Los estudios existentes centrados en el frío señalan que el hecho de respirar aire frío con mayor rapidez y profundidad puede representar un estrés significativo para las vías respiratorias del caballo. Sin embargo, algunas investigaciones incluían galope en una cinta de correr durante 15 minutos o más, algo nada habitual en un entrenamiento con caballos (y menos en clima frío).
En reposo, cuando el cuerpo del caballo inspira aire frío y seco, el tracto respiratorio superior calienta ese aire a la temperatura corporal y lo humedece antes de enviarlo al tracto respiratorio inferior. Cuando se hace ejercicio físico, la respiración se acelera y se hace más profunda, de manera que el cuerpo no tiene tiempo de realizar dicha función; así, la tráquea, los bronquios y los pulmones se enfrían y se secan.
Además, si las vías respiratorias bajas se exponen al aire frío, las respuestas inmunológicas de los caballos se alteran durante al menos 48 horas: entonces, las citocinas inflamatorias se regulan al alza y hay una mayor afluencia de neutrófilos, un tipo de glóbulos blancos.
Ante esta situación, montar con un clima excesivamente frío no es tan recomendable, aunque el hecho de mantener al caballo en movimiento tiene muchos beneficios (siempre y cuando no sea un ejercicio excesivo). Será importante calentar el cuerpo del caballo de forma gradual y respetar siempre su nivel de condición física.